El Viso
Madrid, España, 2017
La estructura del edificio permitió diseñar jardineras perimetrales con suficiente tierra para que las glicinias cubrieran las grandes pérgolas concebidas por el estudio. Se combinaron distintas especies de glicinia para prolongar la floración, creando un efecto continuo a lo largo de la temporada. El conjunto logra transmitir la sensación de un auténtico jardín en un ático en el centro de Madrid. Proyecto realizado en colaboración con Isabel López Quesada.




