Madrid
Este jardín se sitúa sobre la cubierta de un aparcamiento, con una capa de tierra de tan solo 20 cm de espesor. La plantación se ha resuelto principalmente con vivaces de porte fresco, en continuidad visual con el césped de la piscina.
El espacio se organiza mediante caminos que conducen a zonas más amplias equipadas con bancos de hormigón, pensados como puntos de estancia y reunión.
La propuesta vegetal busca garantizar interés durante todo el año: floraciones escalonadas, cambios estacionales en la textura de las plantas y una presencia constante de color. Como elemento estructural, se repiten manzanos ornamentales a lo largo del jardín. Florecen en blanco en primavera y, en otoño, producen pequeños frutos rojos que permanecen en el árbol durante el invierno.










